domingo, 11 de febrero de 2018

ELLA SE LLAMA MÚSICA...


Así dice uno de los últimos versos de la canción de Andrea Bocelli "Vivo Por Ella", cuando termina de desvelar quién es la que a su lado siempre está.
La música nos lleva a vivir muchos estados así como la lectura nos lleva a existir en increíbles e infinits mundos. Pero me hago una pregunta: ¿Por qué cuando estoy triste escucho música más triste? ¿No debería poner algo que diga "Viva la vida" o "Soy el mejor" o cosas así? Las personas cuando están tristes generalmente suelen poner música para bailar, para cantar a los cuatro vientos. Yo pongo música "triste". Pero no para estar más triste, sino porque me identifico con la letra que me hace sentir que no soy la única que pasa o pasó por esa situación.
Lo mío es una cuestión de empatía, no de simpatía con la tristeza... Cuando en una canción se nos enseña que ESTÁ BIEN NO ESTAR BIEN y que de vez en cuando tenemos bajones. También entiendo que la tristeza es parte de nuestra vida y que algunos somos más susceptibles al dolor (no físico específicamente) que otros. 
Siento que a veces las cosas me lastiman más que a otros. La entrada anterior que hablaba sobre la violencia en la música, la apología de la violencia sexual y la intolerancia social (que ya especifiqué que no era MI CASO) pero sí es la que convive con la gente día a día hace que a veces tenga que detenerme y hacer catarsis. Para eso es la música. 
Y escuchando mi música a la vez trato de entender por qué la gente no puede jamás ponerse en lugar del otro ¿Por qué y cómo la gente puede escuchar una noticia sobre un asesinato, una violación y no solamente seguir como si nada, sino que ahora también hacen juicios sobre la víctima haciendol@ culpable de su muerte? ¿En qué cabeza cabe? ¿En qué corazón no hace ruido el dolor ajeno? Miro a la sociedad y me pregunto ¿Por qué su música no les hace ver esto? 
No entiendo.
Mi música no es mejor que otras. Solo más sensible a la sociedad aunque se la etiquete de antisocial. Qué ironía.
Mi música no siempre es "lenta" ni siquiera es "suave". Es real. No simpática. 
Mi música no habla solamente y específicamente del amor (que esta sociedad de hoy confunde con sexo) sino de las miserias y del sentir humano.
Música es catarsis. 
Besis.

sábado, 10 de febrero de 2018

¿Cómo soy?

Mañana de sábado. Tratando de continuar este blog que quedó un poco olvidado.
Así que el título de esta entrada surgió cuando me puse a ver mi twitter y veo un twit de una radio x hablando de un artista x que encendió mi mal genio ¿Por qué? Ahí me propuse escribir algo así como:
Por los @backstreetboys me encuentro siguiendo cuentas de medios #poperos, leyendo ganzadas insoportables de artistas pedorros
Así soy yo, un poco intolerante con algunas cosas.
Al final lo borré. Nunca lo twitteé.
Sin embargo este tipo de declaraciones de cuentas de Facebook, Twitter y de lo que sea son las que tienen más seguidores. La gente se divierte y manda "AL FIN ALGUIEN QUE PIENSA IGUAL QUE YO" (si querés, leanlo con voz de pito y el ahora clásico con"i"): "IL FIN ILGUIN QUI PINSI IGUIL QUI YI" mientras hacen una cara de labio caído a un costado... o cara de asco, bah.
A veces quisiera ser más dulce en cuanto a declaraciones aunque la verdad por escrito y en lo que respecta a redes sociales soy bastante bastante medida y no escribo todo lo que pienso... O al menos trato de ser no tan asquerosa.
En persona TRATO de no hablar de más y de no molestar a los demás... TRATO, es una buena palabra porque la verdad más que PENSAR, DIGO lo que SIENTO y si no lo digo MIS GESTOS LO GRITAN. Y no hay caso.
Aclaro que mi intolerancia se remite solamente a gustos musicales, géneros literarios o deportivos. No hay nada que me haga pensar así sobre razas, religiones u otras materias que no sean específicamente MÚSICA, LITERATURA o DEPORTE. Por eso en un principio dije "intolerante con algunas cosas".
¿Y qué me parece "pedorro"? Hablando de "música": la vulgaridad, la apología de la violencia sobre la mujer, la importancia que le dan a la imagen por sobre el talento. A nadie le importa qué transmitís sino cuánto vendés. Cada día es peor.
Al fin, el mundo está siguiendo ese camino y yo nada puedo hacer más que encerrarme en mi música, mis libros y mi club, haciendo un caparazón. MIS CANCIONES, MIS LIBROS y MI CLUB no son de mi autoría, obvio, me refiero a mis artistas, mis autores y mis deportistas preferidos. Ese caparazón a veces se rompe y entonces sin remedio, digo lo que siento porque a pesar de que trato ser tolerante y diplomática, tampoco puedo ser hipócrita.
Yo soy así. Así vivo y así moriré.
Besis.